Y mientras yo me quemo en la hoguera, vos seguís ahí, de pie ante mi, estática, con los ojos abiertos de par en par fijos en mi. Me mirás, pero sin hacer nada. Y mientras sigo ardiendo llego a vislumbrar en tu rostro esa expresión que solo yo conozco, apenas un eco de una semisonrisa irónica, como si la situación resultara  grotesca. No niego que sea así. Y a pesar de que me gustaría ver algún gesto, algún rastro en tus ojos, alguna mínima señal que me haga pensar que quizás todavía te importo aunque sea un poco, no tengo esperanzas de que nada de todo eso suceda. Con vos aprendí a no esperar nada.  Y sigo ardiendo.

"Here they come....

those feelings again!"

-Necesito que llueva…

-¿Que?

-Que necesito que llueva…

-¿Porque?

-Porque me siento SUCIO, y necesito el indulto…¿Nunca te preguntaste como es que, a pesar de tantas maldades que hace el hombre todos los días Dios permite que  el mundo siga girando? ¿como es que a pesar de tanto odio y tanta mentira las estrellas siguen brillando? Es porque El nos perdona, y lo hace por medio de la lluvia. El agua lava al mundo, lo purifica, y de esa manera puede seguir adelante. Cuando, después de una tormenta por fin el Sol se asoma de nuevo, observa un mundo brillante a causa del agua, el Cielo es mas azul, los colores son mas vivos, incluso la Luna y las estrellas brillan mas. Los pájaros cantan celebrando nuevamente el milagro. El ser humano sale de su refugio a continuar con su vida. Con sus problemas, sus ocupaciones, sus planes, sus sueños, sus miedos y sus esperanzas. La inmensa mayoría sale nuevamente a la vida sin ser consientes de que, una vez más, han recibido el indulto, aún sin ellos haberlo buscado.....

“Pero quiso el Cielo bautizar el Suelo con gota a gota...”