Fue en esa hora mágica en la que el Sol comienza su breve juego diario. Quiere ser un ser vivo como cualquiera de la Tierra, poniéndose a su altura. Bañanando todo de sus tonos dorados. Haciendo todas las cosas mas llamativas. El siempre habia amado esa hora, en la que no sabia bien porqué, se sentia más vivo que nunca.
Giró su cabeza y la miró, observó como el Sol arrancaba tonos hermosos de su piel, de sus ojos y de su pelo. Se dijo a si mismo lo que tanto habia intentado negar, incluso ante si mismo. La queria. Mucho. Sabia que no estaba bien. Sabia que era un error, y ella lo sabia también. Pero en ese instante entendió que era asi, y que no habia nada que pudiera hacer. Aunque quisiera.
Ella notó su mirada. La conversacion, hasta el momento fluida, se cortó.
-¿Que te pasa?
-Nada, es solo que, te quiero, nada mas.
Lejos de parecer molesta, sonrió. Le murmuró apenas un "yo también", mirando a otro lado.
Lograron, a duras penas, retomar la conversacion. Pero como todo lo perfecto, terminó pronto. El Sol se cansó de su juego, y se hundió finalemte en el horizonte.
"Siempre fue asi nuestra historia
Que funcione o no
Que este bien o mal
Vivirlo con vos,
Para mi es La Gloria"