martes, 26 de julio de 2011


"Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos"
Hermann Hesse

(Supongo que esa es la razón por la que una y otra vez vuelvo acá) 

sábado, 16 de julio de 2011

    Fue en esa hora mágica en la que el Sol comienza su breve juego diario. Quiere ser un ser vivo como cualquiera de la Tierra, poniéndose a su altura. Bañanando todo de sus tonos dorados. Haciendo todas las cosas mas llamativas. El siempre habia amado esa hora, en la que no sabia bien porqué, se sentia más vivo que nunca.
   Giró su cabeza y la miró, observó como el Sol arrancaba tonos hermosos de su piel, de sus ojos y de su pelo. Se dijo a si mismo lo que tanto habia intentado negar, incluso ante si mismo. La queria. Mucho. Sabia que no estaba bien. Sabia que era un error, y ella lo sabia también. Pero en ese instante entendió que era asi, y que no habia nada que pudiera hacer. Aunque quisiera.
   Ella notó su mirada. La conversacion, hasta el momento fluida, se cortó.

 -¿Que te pasa?
 -Nada, es solo que, te quiero, nada mas.

Lejos de parecer molesta, sonrió. Le murmuró apenas un "yo también", mirando a otro lado.
Lograron, a duras penas, retomar la conversacion. Pero como todo lo perfecto, terminó pronto. El Sol se cansó de su juego, y se hundió finalemte en el horizonte.

"Siempre fue asi nuestra historia
Que funcione o no
Que este bien o mal
Vivirlo con vos,
Para mi es La Gloria"

lunes, 4 de julio de 2011

   

     No sabían bien cómo, pero ahí estaban. Ella, con su mejor vestido. El, de traje, a tono. Ambos estaban sentados en una banco de plaza, en el parque de un salón de fiesta, uno al lado del otro, sin saber como reaccionar. La música del interior del salón llegaba apagada hasta donde estaban ellos. Las estrellas brillaban sobre sus cabezas. Repentinamente ella rompió el silencio.

     - ¿Todavía me querés?

El la miró, sorprendido. Pensó unos segundos y respondió:

    - Cuando se quiere de verdad, siempre es a pesar de todo. Para mi, que me preguntes si te quiero equivale a preguntar si alguna vez te quise. La respuesta a eso la sabés muy bien. Si aún asi necesitas escucharlo de mi, si, te quiero, y mucho.


     Sus palabras flotaron en el aire un par de minutos. Ambos sabían que eso no cambiaba las cosas. Finalmente el se levantó, dando por terminado el Instante de Perfección. Comenzó a caminar lentamente hacia el salón. Se detuvo, sin saber porque. Giro despacio, ella estaba parada muy cerca. Cerró los ojos, justo mientras ella lo hacia. Por un segundo, pudo percibir ese aroma tan particular, esa mezcla entre ese perfume y el aroma de su piel que tenia tan grabado a fuego. Abrió los ojos despacio, sabiendo que solo vería un banco de plaza. No se equivocó. Retomó su lento camino hacia el salón, detrás de ella...


"Creo que hoy el viento me alcanzó  
 el olor de tu mejilla... "