Se enderezó, y se despidió…. se subió al auto, prendió la radio y en el preciso instante en el que sintonizaba su emisora favorita empezó a sonar ese famoso tema de Bob Marley. Comenzó a cantarlo por lo bajo, y mientras lo hacia se dio cuenta de que aquella mujer a la que habia dejado en aquel estacionamiento, fumando su cigarrillo sentada a la luz de aquel maravilloso atardecer, podria haber sido, perfectamente, la musa inspiradora de esa canción. 

       Una MUJER con todas las letras, una luchadora. La vida la habia dado todo, solo para despues sacarselo. Pero ella nunca bajo los brazos, siguio peleando. Cosas horribles pasaban a su alrededor. El conocia apenas su historia, todo lo que sabia lo sabia de boca de ella, y aunque ella no le hablara mucho de su oscuro pasado lo poco que le habia contado le servia para darse cuenta de que en su vida habia conocido el sufrimiento. 

         Sin embargo, ella prefería hablar de cómo de a poco todo en su vida se iba acomodando. Hablaba de sus hijas y le brillaban los ojos. Sonreia con los ojos perdidos contando lo hermosa que estaba quedando la casa que con tanto sacrificio construia. Contaba, radiante, como finalmente tenia a su lado un verdadero compañero de vida.

         . El veia en esa mujer, ya no joven, aun no vieja, un ejemplo de vida. No eran amigos, apenas eran conocidos, pero el disfrutaba mucho las charlas con ella, porque era la viva prueba de que cada uno elije como vivir su vida y de que si uno elije vivir mejor, se puede. Aunque las condiciones  sean adversas. Aunque la suerte no ayude. Esas charlas con ella lo llenaban de paz y de esperanza, pero sobre todo de alegria, alegria de ver como ella finalmente encontraba, paradójicamente en la lucha misma, la paz interior que tanta falta le habia hecho.

"My feet is my only carriage,
So Ive got to push on through.
But while Im gone, I mean:
Everythings gonna be all right!

                               So, no woman, no cry;"